vivebien
MATA HARI, MUJER FATAL
Su nombre, en idioma malayo significa "sol", literalmente "ojo del día; fue una famosa bailarina, cortesana y espía neerlandesa. O por lo menos así se la conoce.
En realidad se llamaba Margaretha Zelle, y se convirtió en una víctima de su propia fama.
Nació en el seno de una familia que tenía el suficiente bienestar para enviarla a estudiar a una escuela privada de Magisterio. Cuando cumplió 18 años sin haber terminado sus estudios, Margaretha respondió a un curioso anuncio del periódico.: Rudolf MacLeod, un capitán del ejercito de la actual Indonesia, 20 años mayor que ella , buscaba esposa.
Tuvo una vida muy desgraciada, casada con ese hombre alcohólico que la maltrataba, y a los pocos años de su matrimonio se separo de su marido, dejando la Isla de Java donde residían ambos.
A su regreso a Europa se hizo pasar por una princesa de Java que había sido iniciada en las danzas sacras del hinduismo; y se labró una carrera como bailarina erótica. Su atrevido atuendo hizo que nadie se molestase en averiguar si la actuación o la puesta en escena eran fidedignas., En sus actuaciones nunca enseñó el pecho, ya que su ya ex marido, en un ataque de ira, le arrancó un pezón de un mordisco.
Instalada en Paris, empezó a trabajar en un circo y tuvo un ascenso fulgurante a la fama, que le permitió dar el salto a las salas de espectáculos y fiestas privadas, convirtiéndose en la bailarina más famosa y cotizada.
Margaretha tenia casi 40 años cuando estallo la Primera Guerra Mundial y muchos de sus amantes, de los que dependía económicamente, fueron movilizados.
Le ofrecieron de ambos bandos aprovechar su fama para actuar como espía seduci8endo a oficiales del enemigo.
Su vida terminó bruscamente cuando, tras aceptar encargos de espionaje por necesidad económica fue acusada de ser agente doble y fusilada por los franceses en 1917.
Pronunció una famosa frase final durante el Juicio: "¿una ramera?. Si, pero una traidora, NUNCA".